domingo, 6 de septiembre de 2015

Lectura con lluvia

Los días de lluvia siempre me han  gustado ( claro, siempre y cuando  vea llover desde algún  lugar donde yo   me encuentre cómoda  y sin resfriar)  Ahora mismo  está  lloviendo y tengo entre mis manos  una novela estupenda de Irwin Shaw.

¿Porqué estupenda?  La respuesta es muy sencilla : entretiene,  cuenta con  mucho, yo  diría,  demasiado sentido del humor, que provoca que entre página y página  puedas soltar una enorme carcajada y porque  cumple su función, esa de no aburrirte, de emocionarte.

Es verdad que a través de los libros viajas,  con ellos imaginas, y  es una especie de un nuevo  programa para tu mente, para   tus recuerdos.  A este libro  ya lo había leído hace  algún tiempo, pero ahora que lo vuelvo a releer lo  disfruto  con ojos distintos y  comprendo aún  más a sus  protagonistas  Fabian Miles  y de Douglas Grimes, en  un  viaje de  aventura, suerte y fortuna,   en  donde  la historia   te va describiendo  los paisajes  y las campiñas de  Europa. 

Es un buen libro entretenido  y  tiene  mucha razón aquella afirmación que he llegado ha escuchar  de que
Leer  es un  placer muy egoísta  y en  verdad   que sí;  cuando   encuentras el  libro adecuado, una historia  que te entretiene y que  hace que te  concentres  en  sus páginas y que  imagines y recrees,  en verdad que . leer es un  placer de lo más egoísta.

Me encuentro  a punto de terminarlo y siento  tristeza de llegar hasta el  fin.   No es verdad que todos los libros,  todas las historias,   te gusten, te emocionen, sería una enorme  mentira  esa  afirmación, pero cuando encuentras  una novela que para ti  es  fascinante, entonces sí,  surte éste efecto, como de nostalgia , de  quererte  ir más despacito, para que la historia no termine  tan , tan, pronto.



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