domingo, 10 de octubre de 2010

Va muriendo ... tardes de domingo

Me agradan los domingos  por la mañana, porque aún  todo está en  paz,  y  puedo  leer   y revisar  sin  prisas,  esa disciplina que luego  se me  volvió  hábito  de leer  las  primeras planas de los diarios, sin la prisa  que  acostumbro.


Me gustan las mañanas de  los domingos  porque además,    me doy  el  lujo de  almorzar como  se debe,  un desayuno   fuerte  y  repetir las tazas de café  necesarias para  la sobremesa.

Sin embargo,  existe un momento  del  domingo  en que la tarde   va muriendo, y se me hace la más melancólica e  insoportable   y entonces...  el  día  ya no  me  agrada  tanto.

 No lo  sé, quizá  porque  ya  tiene  olor a  lunes,  quizá. porque  muy , muy , pero  muy en el fondo  soy  un poco  hogareña...

O talvez, porque  cuando  muere la tarde del domingo, significa la prisa y el  rigor... quizás