domingo, 24 de febrero de 2013

Y nos inunda la nostalgia


Pensé que estaba bien, que en dos años las cosas se asimilan y duelen  menos;  ayer es cierto,   no estuve triste, pero hoy me hice consciente de que  son  dos años en lo no es que  no estás  con  nosotros y en los que   a ratos nos  has hecho mucha falta. 

 Y  así  sin querer,   la expresión  de mi  rostro,   no es la  más optima  , ni la más dulce, en este domingo.

 Y entonces,  creo que  casi fue una especie  de  sueño  que estuvieras aquí con  nosotros  y  que  fueras tan culto y tan sabio...   porque   no he conocido Papá, a nadie  así  y se  me hacía tan   natural  que   supieras de historia, de política,  de  libros, de cine , de box ; se me hacia tan  natural que  estuvieras  con nosotros y  fueras tan sólido y tan confiable , él que podía  dar los consejos  más sinceros e  inteligentes porque querìas lo mejor para nosotros.


Es  como algo extraño, sé que no puedo entristecerme  todo el tiempo,  que la vida sigue, pero  en ocasiones, te extrañamos,  y nos  inunda la   nostalgia por tus  manías  y porque sé que  esos  momentos  ya no se volverán a repetir ... 


Y también   papá,    no  sé  porque  me dan muchas ganas de llorar cuando rezo el Padre Nuestro,  se  me  quiebra  la voz,  e inevitablemente, mi mamá  y yo te recordamos...


No quiero  que este  texto sea triste,  quiero recordar las cosas bonitas,quiero que sepas que estoy perfeccionando mi   horrible nivel de inglés, =P,  que   han remodelado la biblioteca de la casa y ha quedado   muy   bonita con el piso de madera  y que  mi mamá aunque te extraña mucho es la misma mujer fuerte e inteligente a la  que tanto amaste  y admiraste.

Nosotros  estamos  bien,  sólo que  a veces, te echamos de  menos y nos inunda la nostalgia.
















 

domingo, 17 de febrero de 2013

Y de pronto...


Y así  sin  más  dejó de  justificarle, sus ausencias, sus dolencias ;  en un  sólo momento  abandonó  la idealización   sobre su  presencia.

Ya  no deseo derretir   la frialdad de él,   ni lo vio    ya como  a  un reto,   porque en realidad a ella  le gustaba la   pasión, con  una  pizca de conquista...

En  un momento,  se cansó  de tener paciencia,  de esperar,  porque ella  deseaba lo  inesperado,  lo impredecible,  sentirse  resguardada por  alguien más fuerte   que ella, alguien   rudo  pero  también  dulce, para que   pudiera  inspirarla  para seguir  y seguir escribiendo ...