sábado, 26 de julio de 2008

México Mágico.


Eran casi las diez de la noche cuando salí. Iba deprisa, con mis pensamientos puestos en otra parte. Obsesionada con esta terca idea de hacer una especialización en tierras lejanas, muy lejanas de mi México querido.
Como siempre lo he hecho, después de mi clase de Planeación, tomé un taxi, concentrada en que la lluvia no me hiciera sopa porque ya perdí el veintiúnico paraguas que tenía, después de tantos que he extraviado.

Por lo regular del trayecto de la Universidad a mi casa, los taxistas siempre son parlanchines y provocan que yo regrese a la tierra , lejos de mis sueños, con su conversación naturalmente coloquial.

Pero en esta ocasión en que abordé el auto, lo primero que me dijo el taxista fue una frase que me sonó en verdad a cansancio y a desahogo.

Se acabó mi turno por fin. ¡ Y en verdad que día! Figúrese, desde las siete de la mañana hasta ahorita y apenas junté para un taco de frijoles
Le creí de verdad y no supe què contestarle, qué se dice ante una situación cruda, porque en México a pesar de que los discursos políticos afirman que existen más empleos y una mejor situación económica, en la realidad, por lo menos de muchos mexicanos no existen salarios justos y acordes a la vida diaria de carne y hueso, en la que el ascenso de muchos precios como el gas, la renta, el colegio de los niños y alimentos como lo son el aceite, el kilo de pollo, de res y pescado, además del azúcar, son apabullantes y se encuentran por las nubes.
En las noticias por ejemplo, precisamente en la estación que alguien me recomendó aquí, escuché una situación que me puso aún más pensativa
“La realidad es que dentro de pocos años, los mexicanos ya no serán profesionistas sino obreros y empleados de maquiladoras”


Pobre de mi México mágico, quizá y por eso inconscientemente esta insistencia de irme, pero esta ocasión para ya no regresar durante un largo, muy largo tiempo y buscar futuro en tierras lejanas.

Amo a mi país, no existe nadie como el mexicano para ser hospitalario y sin embargo, la situación, el panorama del país es desesperanzador.
Deseo con todas
mis fuerzas realizar mis proyectos, auque en esta vida todo es relativo.

miércoles, 23 de julio de 2008

QUE NECIA SOY, PERO QUIERO IRME A TRABAJAR A TIERRAS LEJANAS.

miércoles, 16 de julio de 2008

LA PANDILLA DE DON GATO


Cuando era una niña, mi caricatura favorita siempre fue Don Gato, ese simpático y cínico personaje que se salía con la suya para hacer apuestas, organizar kermeses clandestinas y vender boletos para bailes en un callejón estrecho de Manhattan.

A la fecha todos sus personajes me siguen haciendo reír, cada uno es singular y hasta Matute me parece gracioso.

Y es que la magia de Don Gato radica en su manera de dirigir, asignando tareas a cada uno de los integrantes de su pandilla de la forma más ingeniosa y divertida, por eso precisamente esta caricatura se vuelve inolvidable porque Don Gato es un líder genial, que al mismo tiempo no se da por vencido a la primera de cambio.

Además este minino amarillo con sobrero guinda, no es un personaje odioso y frío, como lo es Bugs Bony ( perdón por si existe algún seguidor de Bugs) al que sólo le interesen las zanahorias y sacar provecho para él y huir si es que el resultado son platos rotos. No, la personalidad de Don Gato es más entrañable, comparte el provecho y los malos ratos con cada uno de los su pandilla como lo son Benito, Panza, Demóstenes, Cucho y Espanto.

No lo sé ¿Será que es mi caricatura favorita, que me hace recordar cuando tenía seis años y me provoca aún soltar carcajadas cada vez que Matute sorprende a Don Gato ocupando su teléfono de policía para organizar negocios chuecos y apuestas clandestinas?

Quizá y si , pero especialmente esta caricatura hace que sus imágenes las vincule con la felicidad simple de mi infancia.


miércoles, 9 de julio de 2008

LAS ENTREVISTAS DE VIVÓ



Ya casi no me agrada la radio, no porque no desee escuchar lo que sucede tanto a nivel nacional como internacional, pues para quien se dedica a esta mágica profesión que es el Periodismo, la información es el pan de cada día.
Ese no es el punto por el cual le he perdido el interés a la radio, sino porque sus espacios han ido perdiendo cada vez más credibilidad. Su estilo es el mismo, se encuentran cortados por el mismo formato, sin un verdadero contenido de fondo, ausentes de una crítica real.

Extraño por ejemplo, las memorables entrevistas de Gutiérrez Vivó, su técnica para dejar a uno que otro funcionario en ridículo al titubear ante un error evidente, ante una burocracia absurda. Hacen falta voces como la de Carmen Aristegui, donde se realizaban debates fascinantes y verdaderos reportajes de fondo.

Por la mañana sólo podemos escuchar a Sergio Sarmiento, a Pedro Ferriz de Con, a Oscar Mario Beteta, a Carlos Ramos Padilla, todos ellos con el mismo estilo, demasiado mesurados y en ocasiones tan parciales, con una línea muy marcada.
El poder de un micrófono en la radio tiene que ser utilizado para hacer un análisis profundo de los hechos importantes que suceden sobre todo en nuestro país, desmenuzar la información para que la sociedad comprenda eso que está en manos de tan pocos y que se encuentra tan mal utilizado.
En la TV por ejemplo no existe un cuestionamiento real hacia la Reforma Petrolera, qué beneficios, cuáles costos, cuántos riesgos, quiénes ganan, quiénes pierden. Sólo existe un contenido fácil y superficial sobre “ buscar el gran tesoro mexicano en el mar” ,porque los medios se rigen no por la objetividad , si no por los intereses de una línea que nada tiene que ver con imparcialidad

Estoy hablando de algo demasiado palpable dentro de los medios y sin embargo, existe cierta parte de la sociedad que no lo percibe.

Y no es que yo desee que la radio, la tv y algunos medios impresos sean radícales, no esa no es la idea, sólo quisiera lo que quizá sea ideal o exista nada más en ciertos países de Europa: objetividad, análisis, sagacidad , inteligencia e investigación en el Periodismo.
¡Que frío y que lluvia en la Ciudad!






domingo, 6 de julio de 2008

ES DISTINTA...
ESTOY TERMINANDO DE LEER EL PINTOR DE BATALLAS.
EN REALIDAD LA NOVELA ES DIFERENTE Y HAY QUE TENER PACIENCIA PARA QUE TE ATRAPE.
YA COMO EN LA TERCERA PARTE DEL LIBRO, LA HISTORIA EMPIEZA A HECHIZARTE Y ENTONCES TE ENCARIÑAS CON LA NOVELA.

jueves, 3 de julio de 2008

LAS PRIMERAS LÍNEAS DE UN LIBRO



Cuando tomas un libro, las primeras líneas son el picaporte que puede seducirte para decidir abrir la puerta de una historia o simplemente posponerla.

La Reina de Sur a diferencia de Pintor de Batallas, posee ese elemento que provoca desear no abandonar la historia hasta la última página y acompañar a Teresa Mendoza, la amante de un narcotraficante, en su eterna huida.

Pérez Reverte borda con exactitud la complejidad de una mujer hecha a punta de golpes, donde el destino y la circunstancias hacen que decida entre el poder, la miseria, la vida y la muerte y que uno la vaya siguiendo por toda España, queriendo conocer las playas de Marbella y Torre Molinos además de la belleza de castillos antiguos del viejo mundo.

La Reina del Sur, es una de mis novelas favoritas donde sus ingredientes son perfectamente tipificados : misterio, peligro, corrupción, narcotráfico y cuando terminas la última página del libro te quedas con la sensación de incógnita, de conocer si en realidad existió. Entonces te metes a Internet y buscas algo que hable de ella, una foto, una noticia, un indicio sobre la última balacera en Culiacán a su regreso, ni rastro, nada.

Y la única conclusión a la que llegas es que la historia es tan buena que aún terminada queremos saber aún dónde está la Reina del Sur, que ahora quieren relacionar con la Reina del Pacífico y que no tienen ninguna similitud, simplemente es un ardid publicitario.

La diferencia entre la Reina del Sur y El Pintor de Batallas, los dos escritos por Pérez Reverte , es que la segunda historia no te conecta, no te atrapa.
La historia por lo menos a mí no me logra convencer : un fotógrafo solitario de guerra pintando un mural circular en una torre vigía.

No lo sé, habría que terminarla de leer para dar una opinión más acertada , aunque no creo que Pérez Reverte se encuentre muy preocupado por mi apreciación.