lunes, 2 de abril de 2012

Periodismo en crisis



Terninè  rayando  el  ensayo,  me costò    mucho trabajo... En la Maestría  descubrí algo  que no  me había percatado antes :   el periodismo  está en crisis,   por su soberbia, por   siempre ir  dirigido a cierto sector,  se les olvidó a  los  directores  editoriales  y   sus dueños  que a la gente  le agradan  mucho  las  historias   interesantes y bien   contadas... 

Bueno, pues  aquí está  un extractito de  mi ensayo... ji...

Y bueno, no me  voy a ir  a una playa atestada  de  gringos  pubertos,  en estos días...

  Pero sip,  tengo   una  mejor   idea : me   voy a Veracruz,   porque es un poco  más sencillo   menos  ostentoso en estos días,  vamos al Cafè  Parroquia. 

Bueno  pues, aquí  está  una  parte  de  mi texto. 


"En México, los diarios, en ocasiones parecieran distanciados del  ciudadano, con sus informes económicos rebuscados, dirigidos a empresarios,  con  historias desabridas y  planas,  atascadas de datos y  alejadas  del  sentido  humano,  con  cierto  elitismo   marcado,  de que  la información  le pertenece  sólo  a cierto sector, a  los economistas,  a los políticos y  dirigentes  ;  aunque  si  observamos  la otra vertiente ,  los  diarios de  bajo  costo,  no son mejores,  porque  le  ofrecen  al  lector  imágenes  morbosas  y amarillistas, donde  los   principales  elementos  son    la  sangre,   la tragedia   y  la sordidez  humana.   


Pareciera que en las planas de  los  diarios,  no  existiera  espacio  suficiente  para  los reportajes memorables, para las crónicas exactas, como   si   aquella  adrenalina  por  investigar e invitar  al  lector,  a no    dejar   las líneas  de un texto,  se  hubiese  perdido


Entonces habría que reflexionar  y reconciliarse con  la  parsimonia de las  palabras  y del  lenguaje con su ritmo   natural,  sobre cómo contar una historia, para atrapar de nuevo  al  lector, a  la sociedad,  que  hastiada de  notas  aburridas, ha  perdido   el interés. 

 El  periodismo  actual  tendría  que ser  menos  soberbio, porque detrás de las  notas y  las   murallas de  la  tecnología,  no existe  siquiera   un atisbo  de   humildad  y de  cercanía  para  con  el   lector,  para  con  la  sociedad .


Se tendría  que aprender  de  la  vieja escuela, de  sus crónicas  y sus  investigaciones,  donde el  que  escribía  o  narraba era   el  guía   del  lector,  provocando    asombro  y  emoción".