Resulta que
las vacaciones… no fueron
exitosas, ni maravillosas… fueron
extrañas donde reafirmé mi hipótesis:
nunca pero nunca de
los nuncas, me va a
simpatizar la esposa de mi hermano…
Aunque no vale
la pena escribir sobre
personajillos deagradables y gastar
una hoja en blanco a lo bruto… lo que vengo a
escribir es más bien sobre la mascota de mi sobrino Mateo: un cachorrito
Boxer del que me hice
cargo, los días
en lo que estuve
fuera de esta Ciudad
a la que por primera
vez, extrañé mucho…
La mascota de Mateo, se llama
Pirata, "Piratita", para los cuates y es un cachorrito de dos meses de edad, color
blanco, bastante vivaracho, que me
robó y me
enterneció el corazón, y aunque los Boxer,
no son el santo
de mi devoción, Piratita
me hizo recordar a
la única mascota por la
cual me desvelé cuando
estaba enfermo, y
que cuando era un cachorrito sentía
que debía protegerlo sobre todas
las cosas y que al llevarlo a
las vacunas, la gente se
estacionaba al verlo y provocaba muchas sonrisas y admiraciones y por el
cual lloré mucho cuando
ya no estuvo
con nosotros y que nos
hizo muy felices a mis hermanos y a mi
: nuestro Collie inolvidable, llamado Cóndor …
Y esto me lleva
a pensar que no es
nada mala idea volver
a tener una mascota, sería
ideal que volviéramos a tener
un Collie, pero igual
podríamos tener un
Pastor Alemán o un Labrador
color miel… no lo sé me entusiasma la ídea,
sé que un perrito
no sólo es
por un momento y me haría feliz la
sola idea de adoptar a uno,
ja hasta ya tengo el nombre
: le podríamos “Benito”.