domingo, 29 de enero de 2012

Como Narciso...

Y  resulta que  según yo ,  el sábado nada más iba    a comprar  un suéter ( aja)... pero de pronto,   me metí    a otra tienda  según   yo para ver     unos botines,  sólo  a  mirar, a observar ( sì claro) sin embargo,   descubrí    una falda,   que  me  encantó, por el color,  porque tenia  bonita caída, porque  me pareció en resumen,  muy   favorecedora.

 Me gustó  tanto,  que de pronto  ya   estaba dentro del  probador diciéndole a la vendedora que  la falda  no me ajustaba  bien  y que   si  no tenia  un talla  menor ¡ y caray!   como  no me quedaba  tan mal,  me quedé  como  Narciso   observando   mi reflejo en el espejo....

 Cuando menos  sentí     la señorita traía  un blazer   que quedaba  perfecto  y hacía juego con  la otra prenda... y ...y... y  ... y... terminé comprando  ambas cosas.

Nunca he sido   una compradora  compulsiva... pero  las dos cosas  juntas,  lucen   tan  coquetas   que  terminé  pagando sin chistar.

Es cierto,    en ocasiones  mis estados de ánimo son cambiantes  y que nunca de los nuncas debes comprar si estás triste... pero las mujeres somos asì.

 Siento remordimiento, porque   no soy buena con las finanzas, porque me volví a probar   la ropa en la casa y me volvió  a gustar   còmo luce    y aún más con unos zapatos  altos...  pero con  una horrible sentimiento de culpa,  de que  las finanzas son las finanzas y  no se puede andar por la vida   comprando por  impulso.

Caray  pues  a hacer cuentas... ni modo...  ¿ alguna vez les ha ocurrido lo mismo?

Yo  me siento  mal... pero   la ropa es muy linda