Sí ya sé... a veces, uno puede ser totalmente superficial, pero esto de comprar vestidos, zapatos y jeans... es muy divertido... es una buena terapia, aunque al final...al final, te entra la culpa... aunque la culpa se te esfuma , cuando ves tu reflejo frente al espejo y te dices ¡¡ ¡Què bien me veo, en verdad que me lo merezco, ja!