( Paul Newman, de joven !caray! con ese par de ojos azules, yo me hubiera hpinotizado, ja )
A mì me gustan mucho,
sobre todo cuando sonríen, cuando parecen muy concentrados en
lograr algo, que para ellos
es importante.
Se ven muy bien cuando hacen ejercicio, cuando manejan, cuando fuman, cuando huelen rico y tienen ese lado varonil que tanto nos emboba a las mujeres.... son encantadores cuando son naturales y no tratan de impactarte con poses, ni frases baratas.
Son increíbles,
cuando te respetan y saben que
puedes defenderte sola, porque
lo aprendiste, porque tal
vez te enseñaron, aunque siempre están ahí, siempre cubriéndote las espaldas para
en el menor movimiento en falso, ayudarte
si tropiezas ... (quizá porque papá
era así, siempre
incondicionalmente y en silencio protegiéndome ) quizá por eso me gustan de esa manera.
En realidad son distintos de nosotras, son prácticos
y francos y uno de los antibióticos más efectivos para cuando estés muy
mal, es el abrazo de uno de
ellos, un abrazo dulce y prolongado que inconscientemente te diga que puede ayudarte a sostener
(aún para las mujeres
mas reacias como su servilleta, un abrazo es un buen medicamento).
Existen hombres que pueden fascinarte por su inteligencia o simplemente te gustan así sin más, sin hacerte tantas bolas, sin explicaciones, ni tantas conjeturas.
Además,con ellos, con ellos no hay problemas, no hay rivalidades... son más naturales y son encantadoramente atractivos cuando quieren
hacerse según ellos los interesantes y su sonrisa y sus
ojos coinciden haciendo
juego para querer
llamarte la atención.
Asì son ellos ... distintos pero fascinantes.