sábado, 21 de mayo de 2011

Asì es...


Y al descender los últimos peldaños, sintió su paso tambaleante, hueco...   ¿què  existía  detrás de la nada?...

No iba a llorar,  porque aquel llanto dolía, tanto,  como para sentirse desarmada  entre espasmos y la nada...

Silencio, añoranza... sonreír aunque  su esbozo fuera más triste que el propio llanto... seguir... seguir el camino.