Uli y Emis

Estoy enojada con mi sobrino Emis, ya busqué y rebusqué y no encuentro mi maquillaje y las últimas ocasiones en que ha venido le ha dado por arrojar las cosas de la ventana para el jardín o llevarse los relojes porque creo que piensa que es Ben 10.

Digamos que hasta ahora es el presunto  sospechoso  (jiji)


En realidad tengo dos sobrinos: Uli y Emis, ambos son bien distintos, pero también son igual de entrañables ( ah pero quedamos en que estoy enojada con Emis).

Ulises en este mes cumple años, precisamente el 30 de abril y es un niño de esos de los que es fácil encariñarse, al que le gusta mucho el arroz con leche y el chavo del ocho ( el original) que es incansable, que es muy bueno jugando chiras pelas y palillos chinos (pero que también es muy tramposo ) y prácticamente ha estado siempre ahí y desde siempre me ha llamado “La Tataniña” y tiene unos ojotes bañados de color miel, que suelen cambiarle de tono en el sol o cuando se viste de azul.

Uli es un niño alegre, vivaracho ( enojón dice Dulce) que prácticamente ya nos robó desde hace mucho el corazón y que siempre que se le ocurre (sobre todo en vacaciones), tiene la manía de hospedarse en la casa.

Emis es más pequeño e incluso es más cariñoso que su hermanito mayor, a él le encantan las donas y sus preferidas son las del chocolate y le gustan mucho armar rompecabezas.

A Emis, le fascina ayudarte a lavar los trastes, a ordenar las cosas y en su mundo simple, es muy feliz, no hace falta que lo diga, simplemente se refleja en sus ojos, adornados con sus pestañotas de aguacero (que son idénticos a los de mi hermana Dulce).

Además me agrada mucho como me dice, me llama, “Talis” como desde niña me llaman en mi casa.

Y ahí están los dos, formando parte de mi universo, tan distintos y a la vez tan fáciles de querer, es lo más cercano a los que se llama pequeños traviesos y a mi relación con niños, cuando están en casa me siguen casi a todas partes, e invaden mi recamara con cochecitos o muñecos del hombre araña o de Batman ya me acostumbré y creo que los quiero mucho.

No lo sé me imagino que las niñas deben ser distintas en sus travesuras, ahora sí que lo desconozco porque a mi mamá le han dado puros nietos ( aunque a mí me gustaría algún día tener una niña)

Bueno creo que ya se me pasó un poco el enojo, ojalá y encuentre mi maquillaje, no lo utilizo mucho, (pero a ver qué tal si lo necesito y no está, buaaa).

En fin, seguiré buscando mi maquillaje…