lunes, 29 de junio de 2009

Una felicidad muy extraña.


Hoy es un día diferente, lo percibo distinto, se acaba un círculo, un ciclo extraño, a ratos desesperante, a ratos agradable, en el que me refugié muchas veces.


Siempre fue un reto, un marcaje personal que nunca había alcanzado y que me hacía muchas veces rota, incompleta, insatisfecha.


Hoy a diferencia de hace cuatro meses, todo fue distinto, las noticias fueron diferentes, pero con los mismos nervios y tampoco quiero recordar, pero es bueno diferenciarlo.


Hace cuatro meses, me quedé completamente sola, rezagada, mis compañeros, terminaban y yo me quedaba ahí como un jeep con la llanta atascada y ni siquiera, tener la cara para ir a reclamar , ir a decir que los exámenes globales estaban mal, que lo repitieran otra vez, que lo sometiera a revisión.

No tenía la cara porque no había estudiado y estaba completamente destrozada y sin " el trabajo de mis sueños" que al final, fue todo, menos aquello, sólo abusos.

Hoy sé que el camino es mucho más amplio, que la vida no es de color rosa y que los amigos no sólo son los que están en fiestas y en parrandas, porque en realidad los amigos son los que te apoyan, los que te escuchan, cuando te encuentras en los momentos más oscuros y les importan tus proyectos por muy soñadores que sean.

Me estoy levantando aún, todavía sobran pequeños rezagos que hay que borrar, que hay que limpiar para seguir adelante.


Hoy sé que lo importantes es no el hecho de la caída , sino saber cómo levantarte.

Y sólo me sobra decir que estoy orgullosa de mis papás, de la sorprendente forma en que siempre me han apoyado, de mi abuelita a la que quiero tanto, de la incodicionalidad de Dulce, que es alguien brillante, de mi hermano, que al igual que yo, su suerte, ha sido a base de esfuerzo y persistencia ;y que estoy orgullosa de tener unos hermanos así, que nunca fueron niños bonitos y que todo lo que tienen es por que son listos y de hechos a base de circunstacias y de buen corazón.

Mi batalla aún no termina, pero estoy feliz de completar una partecita de mí, que me hacía sentir un poquito fragmentada.

Es una felicidad extraña , muy tuya, que te hace sentir muy satisfecha contigo misma, feliz, feliz, feliz.

2 comentarios:

Talìa Race dijo...

Y TODAVÍA ESTOY FELIZ, FELIZ, FELIZ

Dulceresa dijo...

Podría decir muchas cosas de ti. En realidad, tendria que remontar desde el momento en que mi mamá nos dijo que ibamos a tener un hermanito. De prronto, vi como crecias en la panza de mi mamá. Nuca te imaginé hasta el medio día en que llegaste en los brazos de mi mamá. Yo, observaba desde la ventana de mis papás: sigilosa, enojada, confundida. No recuerdo, que pasó en los días sucesivos...de pronto apareces ya en mis juegos, con muñecos y muñecas...con tu cabello revuelto... con tu color de piel tan blanca y rozada... creciste y lo hiciste apartada de mi y de ello, me arrepiento. Después vino Ulises, eras la única que sabias que estaba durmiendo con nosotras...fuiste la que jamás me dijo nada y en su momento, me defendiste a capa y espada. Por eso, Uli -yo creo- te quiere tanto.
Cuando me fui de la casa, fuiste la única que demostró su trizteza con llanto, la que jamás se molestó ni criticó mis decisiones... ahi has estado. Recuerdo, como una noche completamente destrozada, te pedí que durmieras conmigo y lo hiciste....eso no lo olvido. Gracias por ser mi hermana... si algo admiro de ti es tu persistencia, tu solidaridad con los que amas, tu capasidad por guardar secretos...gracias por ser mi hermana y quererme tanto