Me agradan los domingos por la mañana, porque aún todo está en paz, y puedo leer y revisar sin prisas, esa disciplina que luego se me volvió hábito de leer las primeras planas de los diarios, sin la prisa que acostumbro.
Me gustan las mañanas de los domingos porque además, me doy el lujo de almorzar como se debe, un desayuno fuerte y repetir las tazas de café necesarias para la sobremesa.
Sin embargo, existe un momento del domingo en que la tarde va muriendo, y se me hace la más melancólica e insoportable y entonces... el día ya no me agrada tanto.
No lo sé, quizá porque ya tiene olor a lunes, quizá. porque muy , muy , pero muy en el fondo soy un poco hogareña...
O talvez, porque cuando muere la tarde del domingo, significa la prisa y el rigor... quizás
2 comentarios:
Los domingos así son, pero tu eres tan melancólica...
Me encantó la imagen del domingo por la tarde con olor a lunes. Es tan plástica que se puede sentir.
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