Hace mucho pero mucho tiempo que no tenia ninguna mascota, la única que tuve fue un colie hermoso, que duró parte de mi
niñez , mi adolescencia y juventud...sì era un perro de raza, un perro inolvidable, de esos que son
sumisos y dóciles: un perro equilibrado,
como César Millán lo definiría...
La llegada de Laila a la casa, fue muy diferente ,
y tiene una historia muy distinta a la
de Cóndor, mi primer perro, es decir,
ella, no es un perrito que desde chiquito sólo supo de cariño,
seguridad y mimos, Laila es
una cruza de raza de pastor alemán, es
adoptada, y su vida, la que ella sólo
sabe bien, fue triste, dicen los que la
rescataron que vivía por ahí en un mercado de
Iztapalapa, hambrienta y ya cargada de cachorritos en su vientre , los cuales, nunca pudo tener porque un motociclista cobarde y estúpido, la
apaleó tan fuerte, que perdió a todas
sus crías y sólo pudieron
rescatarla a ella a Laila, que por
tener hambre, había robado comida para sobrevivir... finalmente alguien con corazón bueno, dio aviso a a Soy Alma Animal, una asociación que protege
animales, para después darla
en adopción
Luego, alguien,
irresponble antes que nosotros, la adoptó sin darle comida, sin tratarla como se lo merecía, manteniéndola
en un lugar pequeño y angosto, sin
atención, ni un poco de cariño; sin embargo, lo único bueno, es que ahí duró muy poquito tiempo, sólo un mes y medio a lo mucho, para sacarse un
reintegro y volver a jugar y
apostar por una vida mejor con
màs cariño y respeto...
Y así nosotros la conocimos y nos ha robado ya el corazón con el paso de tiempo.
Laila, es nuestra mascota, la guardiana de la casa, es una perrita
joven que a lo mucho tiene un año y
medio y por lo mismo juguetona y
con mucha energía, anexándole a mi
rutina del día, sus paseos largos por
las tardes entre seis y siete de la
noche...
Me agrada verla
feliz, sì, es un perrito y no un niño,
pero de los animales en ocasiones
aprendes más sobre la filosofía de la
vida, sobre su naturaleza, sobre su
lógica tan sabia, y tiene razón César Millán, los perros jamás seguirán a un
líder desequilibrado, como nosotros, la raza humana...
A Laila, me agrada verla dormida plácidamente en los dìas de sol, sin el instinto de sobrevivir ante la crudeza, ni del miedo de que alguien pueda patearla o en el menor de los casos, correrla a escobazos... me agrada eso, su tranquilidad, y su adaptabilidad, a las cosas gratas, a no ser un animalito resentido y en volver a confiar y en verla espléndidamente feliz a su hora de la comida , y sobre todo ser ahora un ser vivo respetado y querido.
Laila, es tambien ultratraviesa, porque tampoco es un muñeco
de peluche estàtico, da una lata
tremenda y en ocasiones se le disciplina, y se le corrije... =P
Pero asì es esto,
hay personas que aman a los gatos,
a mí no me agradan, quizá por
parecerse a nosotros mismos, a lo
personal, al idividualismo. pero cada quien, siempre he admirado a los
perros, porque son sorprendentes, pueden ayudar a ser los ojos de un ciego, rescatan a personas en medio de un temblor, descubren bombas, puedes ser perros bomberos, y detectar con su olfsato algunos tipos de càncer, ademàs que no son unas màquinas, su misiòn es hacer feliz a los de su alrededor, son nobles y pueden simplemente robarte una
sonrisa después de un mal dìa de tràfico,
cuando te reciben al llegar...
Laila, no tiene un pedigrí, pero apuesto a que su inteligencia, es
mayor, por sobrevivir ante la crudeza
de esta vida y descubrir en el pasado, la peor versión de frialdad,
indiferencia y crueldad del ser humano, sin embargo, hoy es muy feliz =).